Nuestra Vble. Fundadora, como parte de su herencia y legado, nos dejó muchos escritos, de los cuales se desprende un gran texto de pensamientos, donde reflejaban cualidades y virtudes siempre en pos de agradar a Dios y mostrarnos la fe en la Cruz.
Aquí un extracto de algunos de ellos, divididos por enfoque. (Clic en subtítulos)
Caminar al paso de Jesús
Al fin de la jornada diaria debo preguntarme: ¿habré hecho hoy el programa de Nuestro Señor?
Que se me diga dónde está Jesús y corro allí, y dónde no está y huyo enseguida
Hay que hilar muy fino, cuando se trata de dar pruebas de amor a Nuestro Señor
Más fineza reclama Nuestro Señor
Préstame tus ojos, Señor, para mirar las cosas,… siquiera hoy, con tus ojos… Préstame tu corazón, para sentir con tu corazón, y no con el mío…
La intención de servir a Dios ha de ser el móvil real de las acciones y no una fórmula convencional con que nos engañamos a nosotros mismos
Jesús es la amabilidad misma, el único objeto capaz de satisfacer el corazón humano, y todos los demás seres son amables en la medida que reflejan su imagen
La belleza de todo lo que es bello, la santidad de todo lo que es santo, eso es Jesús, pero sin límites, sin medida y sin sombras
Dios lo ha dispuesto así y hemos de amar lo que Él dispone
No sólo nuestra parte superior ha de ser de Dios, sino todo el ser
Suponiendo que nadie la quisiera …, con tal que Nuestro Señor esté contento con Ud.¿ qué le importa el mundo entero?
Cuando toda la actividad humana está unida a la actividad divina, habremos llegado al ideal
Que mi vida sea la vida de Jesucristo: ese debe ser mi continuo esfuerzo, el objeto de mi ambición
¡Dios mío! Que no quede a la mitad de lo que Tú quieres
Vayamos en pos de Jesús en todo: en el hablar, en el comer, en el vestir sin salir de la condición social, o del propio estado
Señor, que yo ande a tu paso…, que no me quede en el suelo…que no me suelte de tu mano
Si nos esforzamos por caminar al paso de nuestro Señor y estar en lo que Él quiere, entonces veremos las cosas como Él las ve
Nada le gusta más a Dios como nuestro amor
Cuando nos encontremos en una duda sobre lo que debemos hacer, preguntémosle a Nuestro Señor lo que más le gusta.
Humildad y Valor
La humildad engrandece y el orgullo empequeñece
Sin Dios no hay nada verdaderamente grande
Estamos en la Iglesia militante ¡lucha, pues, viril, enérgicamente
La mansedumbre denota fortaleza del alma
Cuando los aviadores ven nubes y ven mal tiempo, suben más alto; así tenemos que hacer en las tormentas del corazón, tomar altura
Lo más directo contra la alabanza divina es la alabanza propia
Delicadeza de conciencia es indispensable
Si algo me turba, doblar la página y echarlo fuera como se echa las moscas
Nuestro Señor permite las cosas que a veces nos desorientan y que debemos estar convencidos de que son para nuestro bien
Procure olvidarse de sí mismo por pensar en Nuestro Señor y en los intereses de su gloria
Hay pues que trabajar en nosotros mismas, interior y exteriormente y padecer lo que Él nos envíe, con valentía y alegría de corazón
Si me pica, si me duele la humillación es claro que la necesitaba
No coartarse por el “qué dirán”, ni apreciarse más allá de lo que es
El pedir perdón…con pocas palabras, con humildad sincera, restaura el orden y aun se restaura el amor propio.
Valentía y alegría de corazón porque ya sabemos que sufrir pasa pero haber sufrido no pasará jamás
Hay males que no se curan sino con caídas, con caídas estrepitosas, escandalosas.. Por ejemplo, el orgullo espiritual, no se cura sino así.
Sin base de humildad, no hay formación en las demás virtudes.
Cuando hay angustia, cuando hay duda… es porque el demonio está cerca. Pero si el alma se abaja, se humilla, él queda burlado…
Si hay una lucha en el corazón: humildad de corazón es el remedio
Dios jamás cambia, los que cambiamos somos nosotros…. Dios exige valentía…
Cuando hay angustia, cuando hay duda… es porque el demonio está cerca. Pero si el alma se abaja, se humilla, él queda burlado…
Sin base de humildad, no hay formación en las demás virtudes.
Hay males que no se curan sino con caídas… con caídas estrepitosas, escandalosas… Por ejemplo, el orgullo espiritual, no se cura sino así.
El pedir perdón… “corto”, con pocas palabras, con humildad sincera, restaura el orden, y aún se restaura el amor propio.
No basta el sacrificio inicial: el fuego del amor sólo se conserva con nuestros sacrificios
Haz de tu vida, un ícono de alegría
¿Qué cosa es la felicidad? … Es el cumplimiento entero de la voluntad de Dios.
La caridad se aviene mejor con la alegría.
El primer impulso de mi ser es buscar la felicidad, porque para ser feliz me hizo Dios.
La tristeza de usted es de la más remediable, porque no requiere sino un enérgico esfuerzo de su voluntad.
A Dios le gusta que le canten, porque el canto es armonía.
La delicadeza hace la vida dulce y alegre, tan alegre cuanto es posible, cuando hay mutua comprensión.
El “yo” quita la paz, quita la alegría, es como una uña del demonio metida en el corazón ¿quién se puede alegrar con una uña en el corazón?…
Si hay separación de corazones y tirantez de relaciones… falta entonces la paz, la alegría, la unción del Espíritu Santo.
Penas o alegrías las podemos tener, pero que no nos turben.
Cante tu corazón el himno del amor y de la eterna alegría.
Sigamos con santa alegría buscando las almas de los niños para llevarlas al Señor.
El remedio es amar la cruz, amar la penitencia, con semblante alegre y no quejarse jamás.
Alegría serena, moderada, es señal de que ya pasaron las luchas…, ya pasaron las tormentas de las pasiones.
Verdad es que la alegría puede ser interior y sin expresiones exteriores.. Pero esa paz interior que Dios da, es señal de adelanto.
Que las dificultades exteriores, no sean dificultades de nuestra alma. Yo las quiero a todas contentas,..alegres.
Alegría sencilla y moderada. Ese es el espíritu nuestro, en general.
Donde vayamos, debemos edificar.
Que nuestra piedad no sea triste.
Mansedumbre, humildad, sencillez, rectitud, obediencia, espíritu benévolo, exento de capricho, humor siempre alegre.
La alegría es un verdadero apostolado en comunidad.
Nuestro Señor nos consuela con las efusiones de su gracia y la fecundidad que comunica a nuestras obras y de allí las alegrías verdaderas y puras que nadie nos puede quitar.
Hay que sacrificarlo todo con alegría.
Si son dóciles, francas y caritativas todo será alegría y felicidad.
Aleluya mil veces no sólo en estos días de Pascua sino siempre hasta llegar al aleluya eterno del cielo.
La tristeza predispone también para pensar mal de los prójimos inspirando pesimismo sin base en la realidad y que a veces pueden ser injustas.
Espero que el día de hoy pase alegre y feliz en cuanto es posible en este valle de lágrimas y que las bendiciones internas del cielo lluevan sobre su alma.
Dejar que el Espíritu Santo actúe en mi.
Si el Espíritu Santo está en el corazón, el ambiente será de amor, de caridad.
El Espíritu Santo es el autor: la poesía y el canto son obra suya.
El Arquitecto verdadero es el Espíritu Santo, yo solo tengo que trabajar, como peón, en mi pobre alma.
A medida que vamos siendo fieles en lo poco, el Espíritu Santo nos va dando luz.
Si hay separación de corazones y tirantez de relaciones… falta entonces la paz, la alegría, la unción del Espíritu Santo.
El canto es el apostolado del Espíritu Santo.
Se contrista al Espíritu Santo, cuando se le deja.
Si uno va con esa preocupación de salvar las almas ¿cómo se va a disipar si es el Espíritu Santo el que nos lleva y nos cuida…? es su obra.
Cada cual tiene que verse, ser viva consigo misma para saber conocerse. Si no trabajamos así no hay capacidad para recibir las gracias, los carismas del Espíritu Santo.
¿Cómo será la posesión de la vida perfecta en el Cielo? no sabemos. Aquí no es posible la posesión completa, porque quien posee aquí la vida de Dios y los dones del Espíritu Santo, los posee para ir creciendo en ellos. Cada día del santo es un progreso.
Demos un avance brusco y como de asalto a la perfección del amor en la perfección del sacrificio, para que el Espíritu Santo haga con nosotros una verdadera Pentecostés.
Si hay separación de corazones y tirantez de relaciones … falta entonces la paz, la alegría, la unción del Espíritu Santo.
Cuando yo sepa cuál es mi acción y cuál es la acción del Espíritu, y cuando yo sepa cuál es la unión de mi acción con la acción divina, sabré y conoceré bien mi camino.
A veces nos ponemos en lucha con Él, cuando nos vienen las inspiraciones de su gracia y buscamos mil razones para no plegarnos a su acción divina.
Esa unión, esa unidad inefable que penetra y rodea las almas, como un perfume, es el apostolado del Espíritu Santo.
A medida que vamos siendo fieles en lo poco, el Espíritu Santo nos va dando luz.
Si el Espíritu Santo está en el corazón, el ambiente será de amor, de caridad.
Uno tiene que ser dócil a los consejos de los demás…, el Espíritu Santo habla también por el conjunto.
La devoción al Espíritu Santo es lo más espiritual: Él es el Amor, el Consolador, el Inspirador de todo lo bueno.