Madre Teresa sigue al Crucificado

Nuestro Fin

Desde los inicios de la experiencia de Teresa, Dios va señalando un fin específico: 

Cayó a mis manos el libro del Padre Tissot: «La Vida Interior». Lo leí con avidez encontrando en él la espiritualidad que convenía a mi espíritu y su lectura orientó más mi espíritu hacia el único fin para el cual hemos sido creados, también de una manera definitiva”.

Es interesante que nuestra Madre, aún seglar manifieste que aquí se encuentra la espiritualidad que le convenía, el libro del P. Tissot le abre todo un horizonte en el que Teresa entiende que estamos creados para alabar a Dios y que por ello, vale la pena entregarle todo.

Así, el fin de nuestra Familia Religiosa es:

El fin de la Obra será, alcanzar la propia santificación en la observancia de la vida religiosa y la extensión del reino de Jesucristo por medio de la oración, del sacrificio y del apostolado, ayudando al clero, especialmente al clero parroquial, en las obras apostólicas (La Obra de la Cruz, #3)